En la oscuridad de una crisis atravesada de recortes, surgen chispas de rebelión. A veces son iniciativas personales —como la del cerrajero que se niega a participar en desahucios— que prenden hasta convertirse en símbolos. Otras, la rabia y la impotencia frente al desmantelamiento progresivo del Estado de bienestar están impulsando movimientos ciudadanos más coordinados. … Sigue leyendo
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